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  GREÑAS mi historia
 

 

La Historia De Greñas

 




Hace más de un año que me adoptaron, yo vivía en la calle y me ganaba la vida pidiendo a la gente un poco de comida. Tuve que aprender a pasar las calles y esquivar a los carros que nunca frenan.

Pasaba noches de frío y muchas veces hambre, aguantaba malos tratos de las personas que muy seguido me echaban de sus negocios o simplemente me arrojaban piedras, quizá por mi mal aspecto.

 

Hacía ya meses que mi pelo estaba sin cuidados y me había crecido en extremo y estaba muy pero muy enredado

Tenía pulgas y como eran los meses de lluvia, la humedad había causado que me salieran en mi piel hongos que llenaron casi todo mi cuerpo.

 

Un día me aventuré más allá de mis territorios, pues ya no encontraba mucha comida cerca, llegué a varios negocios y pedía algo, pero pocos me daban algún alimento. A veces me llamaban solo, solo por curiosidad, aunque no me ofrecían nada.

 

Una tarde llegué a un negocio, me llamó la atención un conejo de orejas caídas que se encontraba en una jaula comiendo algo que parecía muy rico para él, me acerqué y cuando lo hice llegó una persona a saludarme, hola perrito, cómo estás?, me dijo, en ese momento aproveché a mover mi poca cola que tenía y me ofreció un poco de croquetas. Las comí con gran entusiasmo, pasé un poco de tiempo en ese lugar y después me fui a recorrer más lugares, quizá también tendría suerte!

 




Al día siguiente regresé por la tarde a visitar a mi nuevo amigo para mi sorpresa tenía comida de nuevo, esta vez era comida hecha en casa, de la que me gusta, me hacía recordar cuando mis dueños llenaban mi plato en casa.

Comí esa tarde y empecé a explorar aquel lugar.

 

Desde aquel día volví cada tarde allí siempre a la misma hora, yo sabía el momento en que llegaba la comida, para mi amigo y para mi, por supuesto, cada día era algo nuevo y rico.

Después empecé a pasar más tiempo en ese lugar, hasta tuve la ocasión de dormir un poco en un sillón y descansar, ya que había pasado la noche sin dormir.

Pero llegaba la hora de cerrar el negocio y mi amigo se iba, yo me quedaba de nuevo en la calle e iba a buscar dónde dormir.

 

En una ocasión alguien trató de cortarme mi pelo pero no me dejé, me lastimaron y salí huyendo, fui con mi amigo y él me dijo: “quién te hizo esto, mira como te dejaron”, esa vez me condujo adentro y me inyectó un sedante, yo no quería me asustan mucho las jeringas.

 

Cuando desperté me encontraba sin mi pelo largo enredado y sucio, y ya no olía tan mal, mi amigo me comentó que no había visto perro más sucio en la vida y tan lleno de pulgas hongos y demás bichos; ‘Me gustabas más con tus “greñas” pero que remedio’. Después me dio una suspensión que sabía horrible, yo me eché a correr fuera de aquel sitio y no volví hasta el día siguiente.





 

Greñas! Que cambió eh, me dijo él, dónde andabas?, creí que no vendrías a comer te guardé un poco de mi comida, es bistec y te va a encantar.

Cuando terminé me subí en mi sillón, porque era ya mío, y dormí un poco estaba muy cansada y arrepentida de haber escapado, ya no quería alejarme más, había conseguido un nuevo dueño, al menos eso pensaba yo, y me gustaba mucho la comida. Él me dijo en aquella ocasión, te adoptaría de verdad eres muy hermosa y me recuerdas a mi antiguo amigo a quien atropellaron hace unas semanas, era como tú pero solamente que de color blanco, le había puesto Smuki y pensé en adoptarlo pero con mis dos perros en casa tengo suficiente.

 

Pero esta vez estaba yo decidida a no dejar escapar esta oportunidad y esa tarde, al cerrar la veterinaria, me fui siguiendo a mi nuevo dueño hasta su casa, él no se percató hasta que cruzando la avenida corrió tras de mi entre el trafico y me tomó y me dijo: te van a atropellar, esta gente no ves que no se detienen y si por ellos fuera ya lo habrían hecho.

 

Aquella noche dormí en un pequeño cuarto, pero mi dueño me dijo: esta noche pasarás aquí y mañana iremos de regreso. De regreso, sí como no, ya jamás me separé desde aquel día, hasta cuando me regalaron con una señora, destrocé todo su jardín y después escapé, quizás así ya no querría que volviera. Regresé a mi casa y esperé a mi dueño.

 

Desde ese día vivo con él, me quiere muchísimo y cuida de mi, aunque no me gusta que me arregle mi pelo siempre me grita GREÑAS!!! A mi solo me da risa pero me veo hermosa, juego todos los días con mi pelota rosa y ya hasta gané un concurso de fotografía.

 

Pasaron 6 meses para que me pudiera deshacer de la infección de la piel, pero ahora ya estoy mucho mejor, ya no pienso en escapar de casa, aunque a veces hago muchas travesuras me quieren muchísimo y me siento muy afortunada en tener un hogar, ojala que todos mis amigos que hice en la calle pudieran encontrar uno, y tuvieran esa misma suerte.

© Por Sendey CR 2009

 


 


 
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